¿Cuándo podrá tomar agua mi bebé? Y que tipo de agua debo darle.
En qué momento se puede empezar a ofrecer agua al bebé para calmar su sed, qué tipo de agua podemos darle y qué hacer si aún no la quiere son tres dudas muy habituales de los padres en esta edad. Aquí las respuestas.
Antes de los 6 meses, a tu bebé no le hará falta beber agua mientras esté tomando exclusivamente leche, ya que ésta le proporciona la hidratación que precisa. Ofrécesela cuando empieces a darle papillas y purés, pero no te agobies si la rechaza. Hasta los 6 meses, mejor que tome leche.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna en exclusiva hasta los 6 meses. En consecuencia, los asesores del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría aconsejan no dar agua a los bebés alimentados al pecho hasta esa edad, por dos motivos: porque todavía no la necesitan y porque beber agua puede hacer que mamen menos y que disminuyan los nutrientes que toman.
En cuanto a los que se alimentan con leche de fórmula, también tienen cubiertas sus necesidades hídricas con los biberones, aunque estos bebés sí podrían necesitar agua entre las tomas antes de los 6 meses en algunas situaciones: por ejemplo, al suprimir la toma nocturna; o si el niño está con gastroenteritis (vómitos, diarrea, aunque en este caso conviene darle suero); o cuando se encuentra muy acalorado, con fiebre o está en un lugar con la calefacción muy alta (recuerda que en casa conviene mantener la temperatura a 20 ºC y con un buen nivel de humedad).
Qué tipo de agua es mejor para el bebé?
Del grifo: Puedes dársela si tienes garantías de su potabilidad, no está excesivamente fluorada y la canalización es adecuada (no hay tuberías de plomo). Hirviéndola un minuto, no más, porque se concentraría demasiado, y déjala enfriar.
Envasada: El agua mineral natural es la mejor opción y no necesitas hervirla. Asegúrate de que es de mineralización débil (lo indicará en la etiqueta, pondrá “apta para alimentación infantil”). Debe ser baja en sodio (menos de 25 mg/L), en flúor (menos de 1 mg/L) y en nitratos (menos de 50 mg/L). Conviene darle siempre la misma.
Cuándo se puede empezar a ofrecerle agua para beber?
Es posible que antes del sexto mes el pediatra, que es quien debe supervisar los cambios en la alimentación de tu hijo, te indique que empieces a darle papillas de cereales sin gluten y, después, purés de frutas y de verduras. Al iniciar esta alimentación semisólida sí conviene que ofrezcas unos sorbitos de agua a tu peque, con vaso o en el biberón, cuando creas que tiene sed.
Eso sí, no demasiada porque podría provocarle dolor de estómago, quitarle el hambre o incluso (aunque es raro), ocasionarle un desajuste en el equilibrio de los electrolitos, al diluirse la concentración de sodio en su organismo.
Y si no la quiere, ¿debo preocuparme?
No, no te preocupes. Realmente aún no la necesita, ya que hasta que cumpla los 12 meses seguirá tomando más de medio litro de leche al día (el 87% de la leche, tanto materna como de fórmula, es agua), en combinación con la alimentación complementaria, que también le proporciona el agua de los zumos de frutas y de los purés de fruta y verdura.
En los siguientes meses ofrécesela por si la quiere (si está estreñido, beber agua le ayudará a este problema). Y si no la acepta, tranquila, hay niños que no empiezan a beber agua hasta que tienen cerca de 1 año, sobre todo los que toman pecho.
Una curiosidad:
El bebé alimentado al pecho puede mamar por hambre o por sed. En este último caso, lo hace a deshoras, toma solo un poquito del pecho y lo suelta. Y en el otro caso lo mismo. Y es que la leche que sale al principio es más acuosa y ligera y calma más la sed.